El doble de la Mujer Maravilla que deslumbra en el Cirque du Soleil
“Explorar” es la palabra y el concepto que más repite Sebastian Zaniesienko, talento de Cirque du Soleil.
Tiene 22 años y habla de su vida trashumante. Habla un inglés engolado y rápido. Y no sólo habla de piruetas y de ensayos y rutinas. Habla de paisajes, de buscar un mejor futuro económico, y también de divertirse, de conocer gente y costumbres diferentes. Y a todo eso lo dibuja con los gestos que hace con las manos y con su mirada de 22 años que resulta más adulta ante cada anécdota como una que llama la atención porque cuenta que trabajó como doble de riesgo de Gal Gadot en Wonder Woman (la Mujer Maravilla).
Por lo menos así lo fue unos arduos meses en los que se vistió como ella y practicó sus movimientos en luchas con la espada y en saltos intrépidos. Después la charla sigue por el vínculo con su madre, su paso por Amaluna y su destino de explorador.
La vida viajera de Seb no empezó con el Cirque du Soleil, sino desde ya muy chico cuando se mudó de su Polonia natal a Inglaterra. Ese país es el principal destino de quienes salen de Polonia para mejorar su calidad de vida. Tan así que, según las estadísticas, la polaca es la segunda comunidad nacida en el extranjero que reside en el Reino Unido y su lengua es la segunda más hablada en Inglaterra.
“Cuando tenía 14 años me fui a vivir a Inglaterra con mi mamá para que yo pudiera tener la oportunidad de hacer gimnasia artística y también para buscar una mejor situación financiera. Estábamos solos con mi madre, no teníamos mucho dinero y estábamos en problemas. Pusimos todas nuestras cosas en una valija cada uno y nos fuimos de Polonia”, explica Seb.
Su rol como doble de “Wonder Woman”
En Inglaterra siguió su entrenamiento y fue parte del circuito de competencias, hasta que a los 17 años decidió comenzar un curso para ser doble de riesgo. Eso significaba una salida laboral y seguir con su pasión de atleta. Así fue como formó parte del universo de DC Comics y se cargó en la espalda el ser por un rato la Mujer Maravilla, para el film de la heroína amazona.
“Fue muy buena la experiencia, pero muy muy larga. Cuando haces una película tienes como un mes de pre tomas, de preparar las escenas, las escenas de peleas de dobles. Pero en la Mujer Maravilla fueron cuatro meses, de lunes a sábados, de 8 a 6 de la tarde, preparando las escenas, probándolas con y sin los trajes, y como yo era el doble de riesgo de Gal Gadot, tenía que aprender a pelear con la espada, un poco difícil para mí porque soy gimnasta. Entrenar con Gal fue muy divertido, pero después de cierto tiempo me di cuenta de que yo no encajaba ahí. Además, se dieron cuenta de que no era corporalmente parecido a ella. Así que en las tomas quedaba muy gracioso, y mi estado físico no coincidía con ella. En las tomas en cámara lenta se notaba que el doble era hombre, así que contrataron a Caitlin Dechelle, que es una chica de los Estados Unidos de mucho talento. A pesar de todo eso, fue uno de mis trabajos preferidos”, ríe.
Su llegada al circo
Sebastian se unió al circo hace dos años, cuando a alguien se le ocurrió hurgar en su cuenta de Instagram y Facebook mientras buscaba nuevos artistas. Sí, algo usual en la mecánica de reclutamiento del Cirque. “Como por varios años fui doble de riesgo pasaba mucho tiempo en el estudio. No tenía mucho tiempo para mí. Era joven, quería viajar. La propuesta de unirme al circo fue en la mitad del rodaje de la Mujer Maravilla, en un mensaje me preguntaban si quería unirme a ellos. Fue muy duro decidir porque tenía mucho trabajo programado, iba a hacer la Liga de la Justicia y otros films de ese universo de superhéroes. Pero me dije ´soy joven, quiero ver el mundo´, así que acepté y no me arrepiento”, comenta.
“Lo más importante para ser parte del circo, más allá de las habilidades atléticas, es tener curiosidad por saber qué hay en el mundo y tratar de disfrutar eso. A muchas personas les gusta estar en su casa, con su familia, sentarse a ver la tele, tomando una taza de té. Pero yo soy una persona a la que le gusta viajar, lo hago desde que soy joven, nunca nos quedamos en un solo lugar con mi mamá. Se aprende mucho al viajar, al conocer a otras personas, cómo viven en otros países, es increíble. Además de viajar una vez al año para ver a mi familia y mis amigos, trato de explorar cada país al que viajamos con el Cirque”, explica.