Cuando el cantante puertorriqueño Ismael Miranda comenzó a dar sus primeros pasos en la música, con apenas 13 años de edad, jamás pensó que ésta lo llevaría a conocer la fama, el mundo y a vivir tantas experiencias maravillosas.

Sentado en la terraza, frente a su oficina localizada en una finca en Caguas, y con el monte de frente, conversó un buen rato, contando sobre sus experiencias, motivaciones, descubrimientos, lo que aún le falta por hacer y sobre el nuevo sencillo que acaba de lanzar.

“He estado 53 años en el mundo de la música. Yo nací en Aguada, en Puerto Rico, en 1950. Cuando tenía 4 años, mis padres me llevaron para Nueva York, a vivir en el bajo Manhattan. Allá estuve hasta los 23 años, que fue cuando regresé a vivir a la isla”, contó.

De pequeño, escuchaba en su casa la música que su padre ponía en la vitrola; música de tríos, de Johnny Pacheco y de Cortijo, entre otras.

“Yo cantaba en la escuela música americana, pero fue a los 13 años, que empecé a cantar con un grupito que se llamaba ‘Pipo y su Combo’, de música afroantillana. De ahí, seguí cantando con otros grupos, entre ellos el de Andy Harllow, hermano de Larry Harllow”, recordó.

En 1966, hizo su primera grabación discográfica con Joey Pastrana titulada“Let’s Ball”.

Un año después ya estaba grabando con Larry Harllow. “Tenía 16 años cuando empecé con él. Estuve seis años e hicimos nueve grabaciones. Ahí fue que crecí y tuve muchas experiencias muy bonitas. Conocí a Tito Puente, a la Lupe, Santitos Colón y Celia Cruz, entre otros grandes”, señaló.

Con Larry Harllow, Ismael también incursionó en el campo de la composición, compartiendo créditos con éste en los temas “La revolución”, “Guasasa”, “Arsenio”, “El malecón” y “Lamento cubano”, entre otros.

Miembro fundador de la Fania All-Stars

En 1968, se formó la Fania All-Stars, una agrupación de salsa y música latina. Desde su fundación, Miranda comenzó con ellos. Tenía apenas 18 años de edad, era el cantante más joven del grupo.

En ese entonces, empezaron a llamarlo “El Niño Bonito”. “Y no fue porque yo era el más joven o el más bonito. Es que un día llegué tarde a un ensayo y el director, Johnny Pacheco, me dijo: ¡qué bonito!… y esa noche en el show me presentó como ‘El Niño Bonito’”, narró Ismael, sonriendo.

En esa agrupación, integrada por los artistas del sello Fania Records, estuvieron músicos como Larry Harlow, Richie Ray, Papo Lucca, Mongo Santamaría, Yomo Toro, Bobby Valentín, Ray Barreto, Roberto Roena, Johnny Pacheco, Louie Ramírez y cantantes como Celia Cruz (única mujer), Héctor Lavoe, Willie Colón, Rubén Blades, Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Ismael Rivera, Ismael Quintana, Santos Colón, Adalberto Santiago y Pete “El Conde” Rodríguez.

Ismael Miranda estuvo en la Fania desde que comenzó, hasta su último concierto que se realizó en el 2013, en el Coliseo de Puerto Rico. Con la Fania viajó a Japón; tocó en el Estadio de Zaire, en África, ante 80,000 personas; visitó Europa, Centroamérica, Suramérica, Estados Unidos y más.

“La Fania fue para los latinos, como los Beatles para los americanos. De verdad que fue una etapa bien linda, la extraño mucho, pero como dice la canción de Héctor Lavoe: ‘Todo tiene su final, nada dura para siempre’”, agregó.

Arma su propia orquesta

Estando en la Fania, Ismael formó su propia orquesta “Revelación”. En 1973 grabó el primer disco con su agrupación “Así se compone un son”, nombre de una canción de su autoría. También compuso el éxito “Ahora sí” y grabó “Las cuarenta”, un bolero que no es de su autoría, pero que pegó mucho.

Desde entonces, con la Fania y bajo su sello discográfico independiente y otros, ha grabado más de 100 producciones discográficas y cuenta con más de 100 canciones de su autoría.

Etapa de madurez

El pasado 20 de febrero, Miranda cumplió 69 años de edad y aseveró que se siente feliz y agradecido con Dios y con la vida, por todo lo que ha recibido.

“He tenido una larga carrera. Estoy en uno de mis mejores momentos, pues tengo los pies sobre la tierra. Estoy en una etapa madura y tengo el ‘know how’ de cómo comportarme. Empecé bien joven, y cuando eres famoso y no tienes la armadura que debes, cometes muchos errores. Le doy gracias a Dios que, a tiempo, pude superar el problema de las drogas y hacer las cosas bien”, reconoció Miranda.

Ahora, reiteró el salsero, lo que le corresponde es cantar un poco menos y compartir más con su familia y amigos.

“Nunca me he retirado de la música y tampoco pienso hacerlo. Es que disfruto lo que hago. Cuando entro a una tarima y canto una hora o una hora y media, se va como si nada. Pero sí, voy a coger las cosas más suave”, pronunció.

Con Dios en su vida

Aseguró que se siente mejor que nunca. “Tengo a mi esposa, Janice Battle, con quien llevo 26 años. Ella empezó a visitar la iglesia y un día la acompañé y eso cambió mi vida. Dios me ha dado la oportunidad de servirle. Y aunque muchas veces le fallé, Él ha cuidado siempre de mí. A Dios agradezco por mis cinco hijos de mi primer matrimonio, por mis 13 nietos y dos bisnietos. Y por la oportunidad que me ha dado de cantarle a mi pueblo y a mi pueblo cristiano”, recalcó.

Miranda ha grabado dos discos cristianos: “Buscando el camino” y “Aferrado a ti”. (El nuevo dia)