Tom Hanks y su esposa Rita Wilson llegaron a comerse una hamburguesa a un restaurante de comida rápida en Fontana, California, y como un gesto de generosidad por la temporada navideña, pagaron la cuenta de todos las personas que se encontraban comiendo en ese momento en el lugar.

Repentinamente el actor y su esposa entraron a In N Out!, a comerse una hamburguesa. Cuando los clientes y empleados se percataron de quién era, se le acercaron para tomarse selfies y pedirle autógrafos.

Hanks de muy buen humor aceptó convivir y conversar con las personas que ahí se encontraban, degustó su hamburguesa junto a su esposa, y antes de retirarse pagó la cuenta de todos los presentes. Tanto clientes como empleados quedaron fascinados con la personalidad y amabilidad de Hanks y su esposa, quienes dejaron un gran ejemplo de que se puede ser rico, famoso, ganador de Oscares, pero también ser una persona sencilla y accesible con todos, sin importar el nivel social o económico para convivir con ellas. ( La botana)